A veces cuesta mucho comprender que vivamos vidas paralelas, que realmente no existe ni el pasado, ni el presente ni el futuro porque la energía no entiende ni de tiempo ni de espacio. Y aún pueden parecer más complejos de entender conceptos como canalizar o qué son los Registros Akáshicos.
Dicho en palabras coloquiales: cada ser humano tiene su momento presente, su pasado y su futuro. Y existe un lugar en el etérico (no en nuestro plano físico) donde todo lo que ha ocurrido, está ocurriendo o bien ocurrirá, está ya escrito pues para la energía no existe tiempo o espacio. Podríamos llamarlo el Libro de la Vida. Cada uno tiene su plan de vida y su libro en el etérico donde, cuando hay dudas, podemos preguntar a modo información, como si consultásemos una enciclopedia.
Por eso, los Registros Akáshicos lo que hacen es almacenar toda esa información: nuestros actos, pensamientos, palabras o emociones. Todo lo vivido está allí plasmado y aunque cueste creerlo, de nuevo, el tiempo no es lineal. Todo, tanto presente, pasado o futuro coexisten a la vez.
Tenemos Libre Albedrío y nadie, ni un Guía ni un Maestro ni Dios ni Buda te podrían obligar a hacer algo contra tu voluntad: sólo tú, con tu voluntad y Libre Albedrío harás aquello que creas que debas de hacer. No existen el bien o el mal, son conceptos nuestros. Nuestra alma hará lo único que pueda hacer en ese momento según las circunstancias y su conocimiento interno.
Hay momentos en la vida en que nos sentimos perdidos o desubicados, no sabemos hacia dónde ir. Y para ello, tenemos varios métodos para podernos dar ese empujón necesario para continuar: mediante canalización, videncia, mediumnidad o tarot entre otras disciplinas. Así podemos orientarnos y saber ante la duda qué camino elegir, qué rumbo tomar.
Puesto que los Registros Akáshicos son unas bibliotecas virtuales en el etérico que contienen valiosa información sobre nuestras vidas, de cada alma, preguntando al Libro de la Vida de una persona concreta nos dará toda la información del presente, pasado o futuro. El Akasha es el éter, hablamos del plano etérico, energético, no físico en el que vivimos.
Una lectura de Registros Akáshicos nos va a permitir ser conocedores de esa información que, aun manejándola en nuestro subconsciente, se había quedado allí atrapada. Ahora, al pasar del subconsciente al consciente, nos haremos partícipes de ella y eso conllevará la sanación de ese supuesto problema o traba que no nos estaba dejando avanzar en la vida actual.
A través de una lectura, es de vital importancia saber qué nos preocupa, qué queremos preguntar a nuestra alma. Tan sólo con pensar el problema, ya somos conscientes de él y ahí mismo empieza la sanación. Formulando unas preguntas y escuchando las respuestas, el alma interioriza la información y con el paso de los días, podemos comenzar a funcionar de otra manera, estamos sanando esos conflictos internos, resolviendo dudas o disolviendo trabas.
Una lectura sirve para sanar y avanzar en el momento presente gracias a la ayuda de nuestros Maestros y Guías. Un lector se conecta a tus Registros Akáshicos, hace de canal y esas preguntas formuladas a tu alma obtienen sus respuestas a través de la voz o escritura del lector. Escuchando la respuesta, obtienes la sanación. Lo único importante -como todo en esta vida- es querer sanar, lo demás no importa.