¿Te imaginas por una vez que tú mismo fueras capaz de leer tus propios registros y de saber lo que debes de hacer? ¿Y si tu propio libro de la vida, tu propia enciclopedia de esta vida te pudiera indicar el camino inteligente a tomar cuando eres un mar de dudas?
Si cada uno fuéramos conscientes del tesoro que poseemos gratis, para todos desde que nacemos, si supiéramos que somos nosotros mismos los dueños absolutos e indiscutibles de nuestra vida, otro gallo cantaría. ¿Por qué? Porque seríamos autosuficientes y no estaríamos siempre dependiendo de los demás. Además, ahorrarías mucho tiempo y, lo que es más importante: energía.
Pero… ¿todo el mundo puede hacerlo? ¿Debo poseer algún tipo de don o de cualidad especial?
Por supuesto que no. Todo el mundo tiene el don de la canalización, todo el mundo se puede conectar con cualquier ser viviente aunque, eso sí, los hay más predispuestos.
Leer Registros Akáshicos es una técnica de sanación, por lo tanto, cualquier persona que siga esa técnica, ese protocolo, podría realizar una lectura. Como todo en la vida, la práctica hace que alguien domine más la técnica y, por supuesto, factores o circunstancias alrededor nuestro ayudan a ello.
Pero… la pregunta del millón: ¿qué tiene que ver que alguien me dé unas pautas para mi vida con la sanación?
Todo, porque cuando un ser humano empieza a reconocer que tiene un problema, a tener conciencia de una circunstancia que le perturba y molesta, en ese preciso instante comienza la sanación a ponerse en marcha.
En el mismo momento en el que tú mismo te planteas: “Quiero solucionar x” o “¿cómo podría abarcar este problema?”, ya solo por el hecho de preguntártelo, estás haciendo que tu mente subconsciente traiga al consciente esa información que requieres en el momento presente “aquí y ahora” para tu sanación, por lo tanto, es algo muy revelador.
Por otro lado, cuando tú mantienes pensamientos de cómo encontrar una solución o te planteas ciertas preguntas, cuando pones la intención en solucionar un problema, comienza la solución de éste.
Es decir, si enfocas tu atención en algo y además pones la intención de solucionarlo, sin ninguna duda, ese problema empezará a resolverse.
¿Cómo? ¿Por arte de magia? No, para nada, al tomar conciencia y estar abierto a posibles soluciones, el universo te brindará pautas y herramientas para que las tomes.
¿Cómo las identificaré? Hay que estar abierto a ello pero, probablemente, aparecerán en tu camino personas, publicaciones, cursos o talleres que te abrirán la puerta idónea para clarificar aquello que querías sanar.