¿Quién sana con Reiki?

 

Muchas veces ha habido -bajo mi punto de vista- una gran confusión sobre la sanación en Reiki. Cientos de veces he oído: “Fui a fulanito y … me dejó peor que estaba… “o “Fulanito es pésimo, qué energía”, “Este terapeuta me ha hecho enfermar, al terminar, mareado, fui al baño y comencé a vomitar”. Estos son unos simples ejemplos, pero estoy segura de que, a lo largo de vuestra existencia, habréis escuchado de todo y muchas veces, no palabras muy agradables.

 

Pues volvamos una vez más al concepto de la creación de la realidad y de la “cien por cien responsabilidad”.

 

Si yo soy cien por cien responsable de mis actos… ¿acaso un médico, terapeuta, sanador, reikista o cualquier persona que pueda ayudar a armonizar/sanar/curar/acompañarte es el responsable de tu salud física, mental o emocional? No.

 

No estoy hablando de negligencias médicas ni mucho menos. Lo que quiero remarcar una vez más es que un terapeuta te puede dar pautas, hacer un trabajo energético (si se trata de terapias energéticas) pero solo tú cambiarás patrones y liberarás energía enquistada si de verdad lo quieres hacer.

 

Basándome ya exclusivamente en una sesión de Reiki… ¿hay terapeutas “buenos” o “malos”? No, los habrá con una práctica correcta de las herramientas y técnicas avanzadas de Reiki y los que no tengan ni idea y te hagan verdaderas atrocidades, pero, aun así, no tienen poder alguno sobre ti.

 

Un terapeuta que se precie dirige tu energía para que la libere tu cuerpo (generalmente por palmas de las manos y plantas y dedos de los pies, aunque poseemos otras formas de liberar como un simple bostezo o las lágrimas…), digamos que mueve y acompaña a la energía para que, la que ya no te sirve, abandone tu cuerpo. Es como barrer en tu casa – en este caso en tu cuerpo- la basura que se ha ido acumulando en semanas o meses. Es lo mismo, ni más ni menos.

 

Teniendo claro este concepto… solo tú eres el responsable directo de tu bienestar y sanación, sea lo que sea lo que te pase pues, de manera inconsciente, habrás ido creando ese tapón o basura energéticos que, con el tiempo, habrá podido crear en un plano físico complicaciones.

 

Como bien sabemos, desde un punto de vista energético, todo sucede de antemano en el astral hasta que materializa con el tiempo -antes o después- en un plano 3D.

 

Por lo tanto, ha de quedar claro que la única persona responsable de cualquier trabajo energético -es decir de sus resultados- será el propio individuo. Será su alma quien decida si quiere soltar y avanzar o estancarse, si de verdad está dispuesto a cambiar.

 

Y si no lo hace… no cambiará y seguirá con ese problema o traba en su vida y, por supuesto, con ese enquistamiento energético en algún lugar de su sistema energético pues, como bien sabemos, somos mucho más que un cuerpo físico…

 

Sé que previamente he hablado sobre este tema pero es tan importante no culpar a los demás de lo que nos pasa y tomar las riendas de nuestra vida… que veo necesario recalcar que, aunque haya personas que hagan trabajos energéticos impecables, aunque así fuera, solo tendrá la potestad de cambiar y eliminar esos bloqueos la persona en cuestión, la indicada, la que va para que tú le ayudes o trates…

 

Le podrás ayudar, pero jamás sanar. La sanación viene de dentro. Todo se gesta en nuestro interior y si yo lo he creado… yo lo debo de arreglar.

 

Y para eso aparecerán personas idóneas en tu vida que te ayudarán a encontrar de nuevo tu camino, no tengas la menor duda.

 

Cuántas veces hemos oído: “Queres es poder” o “Si quieres, puedes”.

 

Pues… adelante, tan solo tienes que querer cambiar para que el Universo confabule a tu favor. No hay más. Es así de simple.